11 de agosto de 2007

las cárceles son centros de exterminio


Hoy en día existen centros de exterminio de personas, pero se les llama cárceles o centros penitenciarios, y es que hay que ocultar o por lo menos disfrazar su verdadero cometido, por esta misma razón nunca permitirán que esos altos muros sean transparentes o tengan grietas por donde observar lo que en su interior ocurre ya que seria mostrar la dura realidad carcelaria ante la que se enfrentan las personas reclusas.

Desde ámbitos jurídicos de lo más diversos, siempre tomando como referencia a la constitución (la intocable), se nos quiere hacer creer que el verdadero sentido de la existencia de las cárceles no es otro que la reinserción, la preparación para las personas que han demostrado no saber convivir para una nueva etapa de su vida en sociedad, donde hayan aprendido los valores por los que se mueve la misma, a fin de que no ocasionen más problemas a la colectividad.

Se habla de reinserción como si el mantener encerrada a una persona fuera un garante de comportamientos posteriores más cívicos, suponiendo que el castigo recibido cala en la persona de tal manera que hace desistir de futuros actos al margen de la ley, o que en la prisión adquirirá los valores morales necesarios para su regreso a la sociedad.

El solo hecho de perder la libertad es a nuestro concepto inhumano y grave, pero si además le añadimos masificación, deficientes servicios sanitarios y sociales de alimentación e higiene, escasa o nula actividad cultural y deportiva, falta de trabajo, falta de aliciente, y sobre todo, cacheos arbitrarios, aislamientos, intervención de la correspondencia, dispersión, torturas, palizas, humillaciones, insultos, abusos de poder, y un largo etc. de aberraciones... Tendremos como resultado personas a las que a parte de arrebatarles la libertad se les roba la dignidad y se les detruye y aniquila la identidad en nombre de la justicia. Tendremos también centros penitenciarios convertidos en autenticos centros de exterminio donde se violan todos los derechos humanos.

Esta brutalidad institucional –terrorismo de estado para que quede claro- es ejercida por l@s funcionari@s de prisiones (autentic@s torturadores profesionales), que con la complicidad de psicólog@s, médicos, policías, jueces, instituciones y medios de comunicación, esconden y niegan (o relativizan cuando se descubre) la práctica diaria de un sistema cruel y sádico, diseñado para ser la tumba abierta de miles de personas presas.

Aun así, la mayoría de la gente se resiste a aceptar la realidad de la tortura, porque aceptar esa realidad nos obliga a replantearnos nuestra relación con el mundo, con la sociedad, y en última instancia, con el poder.

El problema de las cárceles es una muestra extrema y dramática de un problema más global. La causa última de los problemas de las cárceles, de los problemas de la inmensa mayoría de las personas que en ellas se encuentran, es la pobreza y la marginación que hay en nuestra sociedad, y por lo tanto la injusticia social generada por el sistema capitalista.

Si no lo sabías ahora ya lo sabes, pero puedes seguir recitando esa canalla frase interior. “Algo habrán hecho”. Aquí tienes estas palabras, porque quizás algun día alguien nos pregunte: “Y tu que hacías cuando esto ocurría?”

1 comentario:

Yo dijo...

De acuerdo totalmente, se violan la dignidad humana, el derecho a una vida digna (a la vida misma en general), a la salud y salubridad, al trabajo, a la recreación, a la cultura...
Y para quienes creen que cuando se amplia el sistema penal estamos mas protegid@s, deberían pensar que nadie esta excento de caer en sus redes inmensas.